Tras unos años de bonanza, en los cuales los acontecimientos deportivos y sociales otorgaban al club una gran vida, se inició un declive producido sobre todo a problemas económicos surgidos de la dificultad de mantener una instalación de esa magnitud. Además, la situación económica del país tampoco atravesaba un buen momento. A esto había que añadir la incertidumbre que se creó entre los socios por la situación de las acciones en poder del Banco Industrial de Bilbao, en torno a 1300, como garantía de pagos pendientes de Plagimsa. En estos años el número de socios disminuyó de forma alarmante lo cual afectó a todas las secciones del club. En 1988, gracias a la aportación de una cuota extra por parte de los socios, fue rescatado el paquete de acciones en poder del Banco Industrial de Bilbao. Estas acciones pasaron a formar parte del patrimonio del Club a lo que se sumaba las que tenían los socios garantizándose el control total, en detrimento de Plans Gimeno o entidades exteriores, a través de la Asamblea General de Socios y de la Junta Directiva.
En 1989 hubo elecciones a la Presidencia del club, proclamándose D. Francisco Díaz presidente del club. Se iniciaron obras de mejora que afectaron al hall de entrada y a la construcción de una pista polideportiva y una de pádel, pionera por aquel entonces. Se inició poco a poco un repunte en el número de socios. Durante esta época el club absorbió dos importantes colectivos, uno surgido del entorno de clubs de Castelldefels y Gavá, llamado Peña +20 y el otro, de mayor importancia, surgido de la desaparición del Club de Tenis Llavallol.
El siguiente cambio importante aconteció a partir de 1998, con la entrada de una nueva Junta Directiva presidida por D. Joan Querol y que sustituyó a D. Ramón Gonzálvo, presidente interino por el fallecimiento de Francisco Díaz. En esta fecha se aprobó en Asamblea General de socios la implantación del Título de socio del Club. A partir de este momento todos los nuevos socios realizaban la aportación económica en su totalidad al Club como derechos de entrada. Desapareció, por tanto, la necesidad de adquirir una acción de Plans Gimeno para ser miembro de la entidad. Esto potenció aun más al club y propició un ambicioso plan de inversiones que se llevó a cabo desde 2001 y que ha desembocado en la inauguración de un nuevo gimnasio totalmente equipado, tres nuevas pistas de pádel, un acondicionamiento general de las pistas de tenis y la remodelación de los vestuarios, la piscina y del restaurante.
En el año 2012 se inició un nuevo proceso de inversiones en el club mediante el cual se amplió el gimnasio, se abrió una nueva sala de actividades dirigidas y se acometió la construcción de 6 nuevas pistas de pádel. Con todo ello, el club ofrece en estos momentos 22 pistas de tenis, 11 de pádel un gimnasio completamente equipado y más de 75 clases dirigidas a la semana. Además, contamos con una escuela de tenis con más de 400 alumnos y una de pádel con cerca de 200 jugadores.
Gracias a estas inversiones, a la diversificación de actividades deportivas, a la implantación de una gestión profesional, a su acercamiento a la ciudad de Castelldefels y al entusiasmo que demuestran los socios a las diferentes actividades que se organizan se ha propiciado un cambio de rumbo sin precedentes. También es cierto que el propio devenir de la ciudad de Castelldefels, con un gran aumento de población residente, ha propiciado que sean muchas las personas que buscan un lugar donde practicar deporte y relacionarse. En la actualidad el club ha llegado a la cifra de 1450 socios, no alcanzada en los anteriores 25 años de historia. Aún hoy el club sigue inmerso en este plan de inversiones con la voluntad de convertirse de nuevo, tal y como lo fue en los años inmediatamente posteriores a su creación, en un club de referencia en el ámbito de Barcelona.